Mujeres inversoras, ¿por qué no?

29 enero, 2015

Cada vez son más las mujeres que empiezan a tomar conciencia acerca de la importancia del invertir, no sólo para concretar metas pendientes sino también pensando en su retiro.

Invertir para el bienestar futuro no es cuestión de un par de años: es parte de una estrategia de vida y las mujeres lo saben. Si uno no empieza con tiempo a capitalizar sus ingresos, después es más difícil alcanzar los objetivos.

En este contexto, las mujeres suelen ser más temerosas e invierten menos agresivamente que los hombres. Eso tiene sus pros y sus contras. El punto a favor, es que tienden a elegir activos menos riesgosos pero con la implicancia de que estos son también los de renta menor. Hay una relación proporcional entre el nivel de renta y el riesgo. A mayor riesgo, mayor renta. Y, si se enfrentan a períodos donde lo conservador y menos riesgoso no es lo más atractivo, recurren al asesoramiento profesional que las ayude a entender la coyuntura de los distintos indicadores para tomar una buena decisión, que por más que sea conservadora, no tenga un costo de oportunidad demasiado grande.

Otra tesis válida en el mundo de las finanzas, es la que propone un estudio de AFS Finance Advisors, que sostiene que hombres y mujeres se comportan de forma diferente a la hora de invertir. Los hombres tienden a buscar rentabilidades más altas, asumen más riesgos y son más especulativos con algunas inversiones. Desde su perspectiva, tener mucho dinero en su cuenta corriente es una oportunidad de obtener rentabilidad. Buscan resultados, pero también les cuesta más desprenderse de un activo en pérdidas.  Las mujeres, en cambio, tienden a ser más conservadoras y prudentes a la hora de invertir.

No se puede generalizar pero, por norma general, las mujeres invierten más a largo plazo, mientras que los hombres son más cortoplacistas. Además, las mujeres compran y venden con menor frecuencia con el consiguiente ahorro en costos, dado que su aversión al riesgo es mayor que en el caso de los hombres. Son más partidarias de la diversificación, lo que permite que sus inversiones sean menos volátiles. A corto plazo, ganan menos pero son más rentables a largo plazo. Es este perfil de la mujer que las hace más partidarias de los fondos de inversión.

Las mujeres son más prudentes a la hora de invertir, investigan más el mercado y planifican mejor sus inversiones. Según un estudio de la consultora internacional Goldman Sachs que pasa revista a los hábitos inversores de mujeres y hombres con importantes fortunas, las horas dedicadas por unos y otros para investigar la calidad de lo que van a comprar es mucho mayor en el caso de las mujeres (19 horas al mes) que en los hombres (sólo 9 horas al mes).

En definitiva, cada vez son más las mujeres que cuidan y forjan su libertad financiera, haciéndose un lugar destacado en el mercado de las finanzas. ¡Y podemos aprender mucho de su estilo!

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